El diario «Gara» publicó ayer que el Gobierno de Zapatero y ETA llegaron a un acuerdo por el que el Ejecutivo se comprometía a no detener a terroristas y aceptar la decisión de los vascos, mientras que los etarras no realizarían atentados y no se abastecerían de armas o explosivos. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que los contactos con ETA no han empezado. Cuando lo hagan, tal y como ya anunció el propio Zapatero, él mismo se comprometió a informar a los grupos. Esta información ha servido para que PSOE y PP sigan agrandando la brecha que les separa. Los socialistas niegan la información y rechazan que se le dé credibilidad, aunque están seguros de que el PP lo hará. Y los 'populares' tachan la noticia de hecho irrefutable y prueba de que éste es «un proceso trampa al margen de la Ley».
«Gara» cita «diferentes y dispares fuentes conocedoras del proceso» para sentenciar que se cerró un acuerdo en febrero, que comenzó a negociarse «con total discreción» en junio de 2005 y que es el que permitió que la banda decretara la tregua. Siempre según el diario abertzale, ETA se habría comprometido a no «realizar acciones contra personas ni bienes» y «acciones de abastecimiento de armas ni explosivos a partir de la declaración de alto el fuego permanente».
El Gobierno, por su parte, aceptaría «las decisiones que sobre su futuro adopten libremente los ciudadanos vascos», que pasarían por un acuerdo entre «los partidos políticos vascos, así como entre los agentes sociales, económicos y sindicales vascos» y con respecto a los cuatro territorios «bajo administración española», lo que incluiría a Navarra. Además, el Gobierno asumiría una serie de garantías para el «adecuado» desarrollo del proceso, «entre ellas la de no efectuar detenciones y la de propiciar la igualdad de condiciones para todos».