Miles de personas, 60.000 según los convocantes, se manifestaron ayer en las calles de Madrid en defensa de la paz, la estabilidad y la igualdad laborales.
El mayor clamor de este 1 de mayo estuvo en las continuas referencias a la paz que hicieron los máximos dirigentes sindicales de CCOO y UGT. Ambos se mostraron esperanzados en las expectativas que se han abierto con el anuncio de alto el fuego de ETA, pero pidieron que no se olvide a las víctimas.
«Queremos que se abra camino al fin del terrorismo sin más concesiones de las necesarias y sin alterar la legalidad», afirmó Fidalgo, que añadió ver «con mucha esperanza» el que ETA haya sido «vencida».
Convocados por CCOO y UGT, y bajo el lema 'Por la paz, empleo estable en igualdad', la manifestación, que se desarrolló sin incidentes destacables, partió de la Plaza de Neptuno y alcanzó la calle Sevilla una hora más tarde. Junto a José María Fidalgo y Cándido Méndez, en la cabecera de la marcha estaban presentes el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, ambos liderando una delegación de sus partidos.
En los discursos que los dirigentes sindicales pronunciaron en la tribuna, Fidalgo y Méndez repitieron consignas que tenían como trasfondo la paz, el fin del terrorismo y el respeto a sus víctimas, la igualdad, y la calidad en el empleo. El dirigente de UGT resumió los objetivos de Día del Trabajo en «pan, paz y libertad», y dijo que llegó el momento de acabar con la precariedad laboral.
Los líderes sindicales recordaron que se cumplen diez años de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), «una buena ley» que, según denunciaron, es incumplida sistemáticamente por los empresarios. Tampoco olvidaron mencionar el 75 aniversario de la II República, ante el cual Fidalgo destacó que «sus ideales siguen tan vivos como el movimiento sindical».