El Gobierno aseguró ayer que Navarra «no está en el debate del proceso de paz», en oposición al mensaje expresado por Batasuna, que señaló que la Comunidad Foral es «la columna vertebral de Euskal Herria» y que sin ella «no será posible» una solución del conflicto vasco.
El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró ayer, después de la reunión celebrada entre José Luis Rodríguez Zapatero, y la diputada de Nafarroa-Bai, Uxue Barkos, que el Ejecutivo sólo piensa en Navarra «en los términos que deseamos todos los demócratas sin excepción».
Además, Moraleda afirmó que Zapatero no descarta reunirse con el presidente navarro, Miguel Sanz, para analizar el anuncio del alto el fuego de ETA y rechazó entrar en polémicas con Batasuna tras las críticas realizadas al Gobierno por alguno de sus dirigentes.
Al mismo tiempo, en Pamplona, el miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Patxi Urrutia afirmaba que «debe quedar claro» que «ninguna solución, ningún camino será posible» sin Navarra y calificó de «aberración» las fronteras actuales entre Navarra, Euskadi y el país vasco francés.
Urrutia aludió además al «miedo que tienen a la democracia UPN y el PP», así como otros partidos franceses, con el «apoyo en ambos lados» del Partido Socialista, una formación a la que confió ganar «para una actitud democrática» porque, según indicó, «su concurso es muy importante» para «dar una salida al conflicto político».
Por su parte Uxue Barkos, tras reunirse con Zapatero, aseguró que «jamás se ha puesto el nombre de Navarra encima de la mesa en instancias oficiales» dentro del proceso que se pueda abrir en el País Vasco y afirmó que «jamás aceptaría» que el cambio de estatus jurídico «se produjera por encima de la voluntad de los navarros».