La ponencia de la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado que ha iniciado el estudio de la reforma del Estatuto catalán rechazó ayer el veto al proyecto planteado por el PP, que se quedó solo en la defensa de su enmienda a la totalidad.
El veto ha sido el primer punto visto en esta ponencia, que inició la reunión a las 16.30 horas. Tras un debate de cuatro horas, la iniciativa del PP fue rechaza por la delegación del Parlament y por la del Senado; en la primera, por mayoría de 120 votos en contra frente a 15 a favor (el voto es ponderado, cada delegado representa a una parte del Parlamento catalán), y en la delegación de senadores, por 24 votos a favor y 26 en contra (en este caso, cada votante representa a una fracción de la Comisión General de Comunidades Autónomas, de 50 miembros).
En general, todos los portavoces acusaron al PP de haber presentado un veto contra el texto que salió del Parlamento catalán el pasado 30 de septiembre y que ha sido modificado en su mayor parte en el trámite en el Congreso. También coincidieron en criticar que los 'populares' hayan prolongado su intervención en la ponencia, excesiva para el resto de grupos y de respeto al Senado según Josep Piqué.
Concluida esta primera sesión de la ponencia, los parlamentarios se han citado para el próximo jueves por la tarde, cuando comenzarán el debate y votación de las 142 enmiendas presentadas: 74 del PP, 56 de ERC, 10 del Partido Aragonés u 2 de CiU. Las delegaciones tienen tiempo hasta el próximo viernes, día 28, para terminar esta fase en ponencia; la próxima semana, los días 3, 4 y 5, se celebrarán las sesiones en comisión.
El senador y portavoz del PP Josep Piqué calificó de «inconcebible» que el resto de grupos, a su juicio, pretenda concluir el trabajo en la ponencia «en escasas horas o minutos» y que se acuse al PP de haber intervenido en exceso. «Es sencillamente un chiste», dijo.«Hemos visto que la actitud del resto, sobre todo de Convergència i Unió, era evitar el debate, pero hemos podido hacer lo que los ciudadanos nos demandan, salvando la dignididad institucional del Senado», insistió.