El fiscal jefe en funciones de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, mantuvo ayer su petición de 15 meses de cárcel para el portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi como autor de un delito de enaltecimiento del terrorismo por su participación en un acto de homenaje al etarra José Miguel Beñarán, «Argala», en diciembre de 2003 en Arrigorriaga (Vizcaya).
El fiscal hizo esta solicitud al tribunal que ayer juzgó por estos hechos a Otegi, al elevar a definitivas sus conclusiones provisionales por considerar que en el juicio, que quedó visto para sentencia, ha quedado acreditado que «Argala» era dirigente de ETA y que el acto que se celebró en torno a su persona, en contra de lo que dijo el acusado, «no fue un acto político sino de homenaje».
Por su parte, la abogada de Otegi, Jone Goirizelaia, pidió la libre absolución del dirigente de la ilegalizada Batasuna y se preguntó por qué el fiscal sólo le acusaba a él de un delito de enaltecimiento del terrorismo y no a las 200 o 400 personas que también depositaron flores ante la imagen de «Argala» y, fundamentalmente, a las cinco que, como su defendido, participaron activamente en el mismo.
A penas tres días después de abandonar la prisión de Soto del Real, Otegi volvió ayer a la Audiencia Nacional para ser juzgado por esta causa, una de las cuatro que tiene pendientes. El líder 'abertzale', que se negó a responder a las preguntas del fiscal, aseguró que su intervención en el acto de homenaje a «Argala» no fue para enaltecer el terrorismo, sino una participación de «carácter político y electoral» ante los comicios generales de 2004. Además, dijo que el homenaje fue «un acto de recuerdo» a una persona asesinada por los aparatos del Estado español» («Argala» fue miembro del comando que asesinó a Carrero Blanco y se acabó con su vida como respuesta).