El pleno del Congreso aprobó ayer el Estatut de Catalunya con la única oposición de PP, ERC y EA, aunque por razones bien distintas. El texto estatutario catalán pasó el primer trámite parlamentario con 189 votos a favor, 154 en contra y 2 abstenciones.
Con los votos de PSOE, CiU, PNV, IU-ICV, CC y BNG, el Congreso aprobó el proyecto de Estatut que será remitido al Senado para proseguir su tramitación en Cortes. Un aplauso cerrado acompañó la proclamación del resultado, especialmente en la tribuna donde la delegación catalana asistió al debate.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, fue la encargada de hacer la defensa cerrada del texto por parte del Ejecutivo socialista. Frente a De la Vega, que calificó el Estatut como «la mejor argamasa para el Estado autonómico», el líder del PP, Mariano Rajoy, consideró que con su aprobación llega «el principio del fin del Estado tal y como lo diseñaron los españoles».
De la Vega comenzó recordando que el PSOE incluyó en su programa electoral la reforma de los estatutos porque «transcurridos más de 25 años había cristalizado la necesidad» de acometer su modernización.
«Siempre hemos estado convencidos de las bondades de la descentralización», como forma de «incrementar la participación política de los ciudadanos», explicó, añadiendo que «el reconocimiento de la singularidad de los pueblos de España ha hecho más fuerte el proyecto común que es España».