ERC recibió ayer un varapalo de todos los partidos catalanes por haber enviado cartas a trabajadores de las distintas conselleries de la Generalitat de Catalunya que controla exigiéndoles una parte de su sueldo para sufragar el partido, bajo la amenaza de despedirlos de su puesto si no lo hacen.
El conseller primer, Josep Bargalló, ha hecho frente a la situación creada por las informaciones aparecidas ayer en varios medios de comunicación barceloneses que aseguran que su partido ha exigido «cuotas» a trabajadores de la Generalitat, y las vinculó con un intento de «amenazar» a ERC para que varíe su voto en el debate del nuevo Estatut.
«Si quieren que varíe la posición de ERC, que hagan ofertas de variación de contenido del Estatut», puntualizó Bargalló, y recordó que ERC tiene una Carta Financiera desde 1998 y «curiosamente nadie se había fijado en ella».Según publicaron ayer varios medios de comunicación, las cartas se han enviado no sólo a cargos políticos, sino a personal sin ninguna relación de militancia con ERC, que trabaja en alguno de los seis departamentos de la Generalitat controlados por Esquerra.
La Carta Financiera de ERC, aprobada por el Consell Nacional, especifica que «uno de los recursos financieros del partido son las aportaciones económicas de todos sus cargos públicos electos o designados por ERC», y justifica el despido o cese de aquellos que se nieguen a pagar.