Las asociaciones de víctimas del terrorismo han acogido el anuncio del alto el fuego con mucho escepticismo. De hecho, lo califican de «verborrea engañosa, chantaje y trampa».
El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, se refirió al comunicado como «una verborrea engañosa» y pidió que no se cometa el «error de aflojar en la lucha contraterrorista».
Advirtió que este comunicado no dice «que ETA haya decidido abandonar el terrorismo, sino que cesa temporalmente la realización de atentados». «No nos dice nada sobre otras actividades terroristas como el terrorismo callejero, la extorsión a empresarios, las presiones que continuamente está habiendo en el País Vasco sobre los concejales que fueron elegidos en las últimas elecciones en aquellos municipios donde Batasuna tenía una presencia importante», señaló.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco Alcaraz, calificó de «trampa y chantaje» el anuncio de una tregua permanente, ya que, según dijo, se trata de «un alto al fuego condicionado a que se cumpla su principal reivindicación, que es la independencia de Euskadi».
Alcaraz manifestó que aunque cualquier cese de la violencia tiene que ser recogido como una noticia positiva desde la asociación, lo que se espera es que «entreguen las armas y se pongan a disposición judicial» para cumplir de esta forma «las condenas por los delitos que han cometido». «El alto al fuego no está indeterminado, en tanto ETA ha puesto en su comunicado las condiciones, como es la autodeterminación, a través de una consulta o un referéndum», añadió.