ERC dará la espalda al nuevo Estatut en el Congreso. Así lo anunció ayer la dirección del partido, que decidió que el próximo día 30 de marzo votará en contra del texto surgido de la Comisión Constitucional al entender que «está lejos del ratificado mayoritariamente por el 90 por ciento de los diputados del Parlament de Cataluña y lejos de las necesidades de la sociedad catalana de hoy».
Aunque el Consejo Nacional de ERC, reunido ayer en la localidad barcelonesa de Sant Feliu de Llobregat, no descarta cambiar de postura si en el trámite parlamentario entre el Congreso y el Senado se producen modificaciones en el texto, su descontento con el que se someterá a votación en el pleno del Congreso de la Cámara Baja el próximo día 30 de marzo es evidente, al entender que es «insuficiente» para las aspiraciones de Catalunya.
Así lo manifestó ayer el líder republicano, Josep Lluis Carod-Rovira, quien afirmó que «Catalunya necesita y aprobó mucho más que esto».
En su resolución, la dirección de ERC asegura que el pacto entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de CiU, Artur Mas «ha condicionado negativamente el proceso de negociación» y acusa a este acuerdo de ser un «instrumento para rebajar y desdibujar» el texto aprobado por el Parlamento catalán. En todo caso Carod-Rovira señaló que el 'no' de ERC no será una negativa «obstruccionista para impedir que Cataluña avance» y que está abierto a posibles cambios. «Si constatamos que el PSOE se mueve nosotros también nos moveremos», afirmó.
Además, el líder republicano alabó las declaraciones del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en las que tildó el acuerdo entre Zapatero y Mas de «dudoso y precipitado». Carod-Rovira coincidió en calificar de «precipitado» dicho acuerdo y destacó la «posición institucional» de Maragall que le hace «estar por encima de las batallas de los partidos».