El pleno del Consejo de Estado aprobó ayer con modificaciones el informe sobre la reforma de la Carta Magna que le encargó el Gobierno y que había sido elaborado por la Comisión de Estudios de este órgano, sobre el que el ex presidente del Gobierno José María Aznar presentará un voto particular en contra.
El pleno del Consejo de Estado debatió el informe sobre las cuatro modificaciones de la Constitución solicitadas por el Ejecutivo que, según recalcaron fuentes de esta institución, no se trata de un anteproyecto de reforma constitucional.
El Consejo de Estado subraya, además, que el informe «se atiene estrictamente a las condiciones que el Gobierno señala para la reforma» y opta «por no cuestionar, ni tampoco respaldar el planteamiento de la consulta» del Ejecutivo.
«No corresponde a esta institución hacer pronunciamiento alguno sobre la decisión política de emprender o no la reforma de la Constitución», añade el Consejo de Estado.
Durante el debate se anunció el propósito de presentar voto particular por parte de tres consejeros.
El voto particular de Aznar es negativo, pero los dos restantes son concurrentes, es decir no votan en contra sino que discrepan de algún punto en concreto que quieren matizar.La posición que mantiene el ex presidente es que «no se dan las condiciones para la reforma constitucional» en ámbitos como las comunidades autónomas y el Senado, porque entiende no existe ni la necesidad jurídica, ni la conveniencia política, ni el consenso entre partidos que requieren este tipo de planteamientos».
Precisamente respecto a contenidos autonómicos, el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, señaló tras la reunión que el informe debatido y aprobado plantea que la denominación de las distintas comunidades que aparezca en la Constitución sea aquella que fijen sus respectivos estatutos de autonomía.
En cuanto a la reforma del Senado, Rubio Llorente informó de que se estudió su configuración, a fin de que sea una Cámara de representación territorial, de las comunidades autónomas, y que el objetivo no es reducir o incrementar el número de senadores, sino que se ajusten a la representación de las comunidades.