España pierde terreno en el campo de la innovación y se sitúa en el grupo de cola de la UE, junto con países como Estonia, Polonia o Eslovaquia, según la clasificación correspondiente a 2005 hecha pública elaborada por la Comisión. El Ejecutivo comunitario advirtió de que, de no invertirse esta tendencia, la falta de innovación pondrá en riesgo el crecimiento de la economía española a largo plazo.
En el ránking europeo en materia de innovación, España ocupa en términos absolutos el puesto número 16, por detrás de Eslovenia (14) y Hungría (15). Pero en función de sus resultados, la Comisión clasifica además a los Estados miembros en 4 grupos: países líderes (Finlandia, Suecia, Dinamarca y Alemania), los que se sitúan en la media (Francia, Luxemburgo, Irlanda, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Austria e Italia), los que están recuperando (Eslovenia, Hungría, Portugal, República Checa, Lituania, Letonia, Grecia, Chipre y Malta), y los que pierden terreno (España, Estonia, Polonia y Eslovaquia).
El director de Innovación del Ejecutivo comunitario destacó que los resultados de España en la clasificación son «pobres» y «preocupantes». «El caso de España es interesante porque registra buenos resultados económicos, y lo ha hecho durante años. Esto sugiere que está absorbiendo todos los recursos disponibles, lo cual se convertirá en un problema a largo plazo.