Entre 1.800 y 2.000 personas según la Policía Nacional y hasta 1.500 según la Policía Local de Palma se concentraron ayer en el Born reclamando un pacto escolar. Son las cifras más altas que llegaron a dar las fuerzas del orden en una protesta cuya brevedad y fluctuación de cifras de asistentes fue notable. La protesta estuvo encabezada por AFA, CONCAPA, CONFAECIB, E y G, FERE, FSIE, ANPE Y CECE; asimismo hubo una representación de inmigrantes y del sindicato USO.
En poco más de media hora los manifestantes dejaron clara su protesta, centrada en la intervención que ejercerá el Estado a la hora de garantizar y conceder plazas en centros públicos y concertados y, por lo tanto, asegurar la elección de los padres, fundamentalmente en los centros concertados católicos.
El tema más espinoso de la protesta, señaló José Ignacio Pérez Argüelles, presidente de AFA: «La religión no es lo más importante; lo verdaderamente relevante es que la LOE no garantiza la libertad de los padres a la hora de elegir centro. Es una ley intervencionista que cede al Estado la potestad de elegir el colegio de nuestros hijos. La LOE tampoco será eficaz contra el fracaso y el abandono escolar».
Argüelles recordó un informe de la UE que sitúa a los estudiantes españoles a la cola de los países miembros de la Unión, en concreto en tercer lugar.
La financiación fue otro de los aspectos polémicos para Argüelles: «El Estado financiará a cinco años la reforma de la LOE y sólo en un 50 %, el resto lo deberá aportar cada comunidad autónoma. En Balears el tema es más grave, si cabe, ya que no tiene en cuenta el incremento de población que experimenta».
Aspectos en los que incidieron también la vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás, que reclamó un pacto en materia de educación y reclamó respeto por su presencia en la manifestación como «lo hacen otros que son anti todo», alegó.
El conseller de Educació Francesc Fiol, también abogó por la libertad de los padres en la elección de centro.