La segunda jornada del Debate sobre el estado de las Autonomías permitió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, detallar más el modelo autonómico que persigue. Zapatero respondió a las acusaciones de los presidentes del PP de actuar bajo el «sometimiento incondicional» al Estatuto catalán afirmando que sólo se somete a la Constitución, y que su compromiso con el Parlamento de Catalunya se limitó en su día a un «respaldo» a que haya un nuevo Estatut.
Así, aseguró que es partidario de que las comunidades autónomas tengan más poder en la gestión de los aeropuertos, en materia de inmigración y con participación en organismos estatales. El jefe del Ejecutivo aseguró que el 20 por ciento del gasto público es una cifra suficiente para que el Estado pueda cubrir sus obligaciones. Esta cifra crecería hasta el 52 o 53 por ciento contando con la Seguridad Social.
Zapatero apostó por precisar las leyes de base del Estado y avanzar tanto en el régimen local, como en la descentralización de la Justicia y en la responsabilidad autonómica dentro de un Poder Judicial único. El presidente del Gobierno ve deseable que las autonomías tengan más competencias en inmigración y en coordinación con el Estado, y en otros aspectos como las nuevas tecnologías o el ámbito laboral.