El debate sobre la sucesión monárquica en España vivió ayer un nuevo capítulo, aunque en esta ocasión se centró en incluir otros cambios en la Constitución aprovechando la reforma sobre la Corona. El Partido Popular advirtió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la reforma de la Constitución para igualar los derechos de la mujer en la sucesión de la Corona no puede servir de «paraguas» para otros cambios poco claros o sobre los que falta consenso.
El portavoz de los populares en el Senado, Pío García-Escudero, dijo, en una rueda de prensa junto a la responsable de Política Autonómica de su formación, Soraya Sáenz de Santamaría, que la modificación constitucional relativa a la Corona es «procedente» y «lógica» aunque no urgente, por lo que podría hacerse perfectamente «sin tener que arrastar» a los otros cambios del texto constitucional plantados por Rodríguez Zapatero.
Según este portavoz, las otras tres modificaciones de la Carta Magna planteadas por el presidente (la reforma del Senado, hacer mención a los nombres de las Comunidades Autónomas y la referencia a la Constitución europea) deben ser estudiadas detenidamente porque tienen elementos cuestionables.
En este sentido, aludió a que la reforma del Senado es «muy compleja», mientras que debe aclararse si hay alguna «trampa» en la idea de Zapatero de mencionar expresamente las comunidades en el texto constitucional, ya que puede existir la intención de poner también «apellidos» a estas autonomías, lo que haría ciudadanos «de primera y de segunda».
García-Escudero también apuntó que hoy Zapatero, en el debate con los presidentes autonómicos, debería anunciar «si quiere llevar a cabo un procedimiento de reformas, que no constaba en su programa electoral, lo haga, pero sabiendo adónde ir y teniendo en cuenta que en 25 años de democracia todos los procesos de reformas importantes, como la reforma de la Constitución, de los estatutos o de la financiación, siempre se han hecho a partir del acuerdo entre los dos grandes partidos».