Pasqual Maragall aprovechó ayer su discurso en el debate de política general para posponer a próximos días o semanas «la necesaria» remodelación de su Gobierno ante el rechazo del tripartito, que ayer cerró filas con el presidente catalán en su compromiso de potenciar el autogobierno e impulsar más políticas sociales.
Maragall, que dedicó menos de cinco minutos a la crisis de su Gobierno, en un discurso de una hora y tres cuartos, centró su intervención en recordar el «éxito» de la aprobación del Estatut en Catalunya, las políticas sociales de su Gobierno y los logros alcanzados gracias a una nueva era de relaciones entre la Generalitat y el Estado.
Maragall atribuyó la crisis abierta entre los socios del tripartito y la «situación de cierta inquietud y cierta confusión» de los últimos días a que «algunos pueden haber pensado que ha habido una patrimonialización excesiva» de PSC y CiU del proyecto de Estatut aprobado en el Parlament y aprovechó para reconocer el trabajo de todos los grupos, incluido el PP, como «autores» del texto «tanto como los dos principales grupos de la Cámara».
Estas palabras de Maragall provocaron evidente malestar en las filas de ERC e IC, que no aplaudieron el discurso. ERC expresó su malestar asegurando que la crisis de Gobierno frustrada no era un problema de «fotos» por el EstatutAnte la cámara catalana, Maragall resaltó el «giro de 180 grados» que se ha producido en la relación de Catalunya con el Gobierno, gracias a la presidencia de Zapatero frente la «hostilidad férrea de los conservadores españoles».
Respecto al Estatut, dijo que «es el emblema de un proyecto social y político más amplio» y reiteró su apuesta por la «España federal» y por «cambiar un poco» el Estado desde Catalunya. Reiteró que el Estatut es constitucional y que quiere «cambiar» España con Zapatero como aliado.
Sin embargo, Maragall generó malestar en las filas de ERC al vincular la falta de protagonismo de los republicanos en el «éxito» final del Estatut con la crisis generada a raíz de su voluntad de remodelar el gobierno en contra de la opinión del tripartito.
En su reflexión final en el debate de Política General, Maragall dijo que «una parte de la situación que hemos vivido estos últimos días de una cierta inquietud y cierta confusión es debido al hecho de que algunos pueden haber pensado que había una patrimonialización excesiva del éxito del Estatut».