El PSOE acusó ayer al principal partido de la oposición de haber mantenido una «deslealtad institucional sin precedentes» durante la celebración de la Cumbre Iberoamericana, mientras que el PP sostuvo que este encuentro «se ha convertido en una victoria política» de Fidel Castro.
Un día después de la clausura de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Salamanca, PSOE y PP se intercambiaron acusaciones sobre el papel desempeñado respectivamente durante su celebración.
Desde el PSOE, la secretaria de Relaciones Internacionales, Trinidad Jiménez, criticó la actitud mantenida por el PP y se pronunció sobre las declaraciones de su secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, quien consideró el sábado que la postura del Gobierno sólo ha servido para «respaldar» y «ensalzar» a Fidel Castro y comentó la ausencia del presidente cubano, pese a que el Gobierno de Zapatero se ha «bajado los pantalones en todo».
Para Jiménez, «la propia expresión en sí, supone una falta de respeto intolerable en democracia». La secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE opinó que «el PP ha vuelto a demostrar que no se para ante nada, ni ante nadie para seguir en su afán de confrontación permanente con el Gobierno de España».
Mientras, la secretaria ejecutiva de Política Autonómica y Local del PP, Soraya Saénz de Santamaría, criticó los resultados de la cumbre y señaló que el presidente cubano la rentabiliza como «un éxito suyo».
La representante del PP indicó que en política exterior todo lo que toca el presidente del Gobierno «se torna en partidismo» y agregó que «a la totalidad de los españoles nos hubiera gustado que la cumbre fuera el éxito de la democracia y de los derechos humanos».