Un grupo de setenta inmigrantes subsaharianos fueron trasladados ayer por la tarde por vía aérea desde Melilla a Málaga y posteriormente a Algeciras, desde donde fueron enviados en barco a Tánger (Marruecos), según informaron fuentes policiales. Otro grupo de treinta inmigrantes serán previsiblemente trasladados en barco a Málaga, pero con orden de internamiento en la Península y no para ser devueltos a Marruecos, señalaron las mismas fuentes.
El traslado de inmigrantes desde Melilla fue anunciado hoy por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien visitó las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta.
En su comparecencia ante la comisión de Interior del Congreso de los Diputados para informar de la situación en Ceuta y Melilla y de las medidas que adoptará el Gobierno, Alonso avanzó la deportación a Marruecos.
Alonso aseguró que el Gobierno no puede ser responsable de la situación de los inmigrantes subsaharianos en Marruecos porque «llegaríamos al absurdo de que España sería responsable de lo que le pasa a un inmigrante en Mali».«Es responsabilidad de Marruecos lo que haga con ellos», apuntó Alonso en la Comisión de Interior del Congreso, después de que varios portavoces denunciaran el tratamiento que reciben en el país vecino los subsaharianos y alertaran de las últimas muertes registradas al otro lado del vallado melillense.
Sin hacer referencia a esos fallecimientos, Alonso hizo hincapié en que «ni España ni ningún Estado puede ser culpable de lo que hace otro».
Mientras, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que la españolidad de Ceuta y Melilla «ni está, ni estará en discusión» y rechazó que las avalanchas sobre las vallas fronterizas de ambas ciudades tengan que ver con esa españolidad. Además, dijo que está en sus planes viajar a Ceuta y Melilla.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, acusó al jefe del Ejecutivo de mantener un discurso sobre inmigración propio de «ONG» y, al mismo tiempo, estar permitiendo que se «aporree» a los inmigrantes en la frontera de Ceuta y Melilla. «Si cree que como están tan mal hay que abrir la frontera, pues hágalo. Pero usted -aludiendo a Zapatero-, a esos que están tan mal los está aporreando en la frontera. Eso sí, si se cuelan, ya se quedan.