El anuncio de la OPA de Gas Natural sobre Endesa ha desatado una importante tormenta política. El principal argumento es que con la compra de Endesa, La Caixa, una entidad financiera semipública, controlaría la mayor parte de la energía de España produciéndose además una gran concentración del sector. El PP pide comparecencias ministeriales aunque desde el PSOE se insiste en que no se debe interferir en los movimientos empresariales y que hay que esperar hasta que se pronuncien los organismos reguladores.
El PP ha sido el más crítico con la operación. Eduardo Zaplana ha solicitado la comparecencia en la Cámara de los ministros de Industria y Economía para informar de la compra. Zaplana cree que el Gobierno está demostrando permanentemente que es «prisionero» de sus socios del tripartito. En el mismo sentido se pronunciaba el presidente del partido, Mariano Rajoy, quien asegura que la OPA atenta «contra la competencia, contra los intereses de los consumidores, y contra la libertad».
Sin embargo, Pique ha vuelto a desmarcarse de la dirección de su partido asegurando que no debe especularse sobre la relación del tripartito con la OPA. El presidente del PP catalán se mostró partidario de esperar a ver como evolucionan los acontecimientos.
Para el portavoz del grupo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, las teorías de dirigentes del PP como Zaplana pueden deberse a que los representantes populares se hayan pasado las vacaciones leyendo 'El Código Da Vinci'.
Algunas comunidades socialistas también recelan. Aragón, Galicia y Andalucía han expresado su preocupación por las repercusiones que tendrá la OPA si finalmente se concreta. Sin embargo, para los sindicatos la operación es vista con buenos ojos.