El Gobierno no quiere que su propuesta para paliar el déficit de la Sanidad sea un obstáculo para el acuerdo con las comunidades autónomas en la próxima Conferencia de Presidentes. Tanto es así, que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, anunció que el Ejecutivo está dispuesto a retirarla si no le gusta a las autonomías. El rechazo de las comunidades gobernadas por el PP ha sido abrumador, y lo ha encabezado el presidente de los 'populares', Mariano Rajoy, quien tachó la propuesta del Gobierno de «broma». Pero incluso entre las autonomías gobernadas por el PSOE hay críticas. El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aseguró que él no subirá los impuestos y desde la Junta de Andalucía se han puesto algunas pegas a cuestiones como que las comunidades puedan subir el impuesto eléctrico.
La acogida a la propuesta del Gobierno para solucionar el problema de la Sanidad no ha sido la que se esperaba en Moncloa. Y por ello De la Vega admitió que el Gobierno está dispuesto a retirarla, a pesar de que el Ejecutivo sigue viéndola como «razonable y generosa», porque no se trata de «torturar a nadie». La vicepresidenta aseguró que el Gobierno está dispuesto a escuchar las propuestas de las comunidades autónomas, por lo que importante es finalizar el debate con un acuerdo.
De la Vega, en todo caso, quiso dejar claro que no está obligado a poner «ni una sola peseta» para solucionar este problema, algo que «sabe el PP», pero que está dispuesto a ayudar con 1.000 millones de pesetas en dos años para garantizar la viabilidad del sistema sanitario. Por eso, la vicepresidenta no entiende las críticas de los 'populares'.
El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, consideró por su parte «enormemente cínico» el rechazo del PP a la propuesta de financiación sanitaria hecha pública por el Gobierno ya que ésta sigue la línea del modelo aprobado en 2001, cuando gobernaban los 'populares'.