Los militares que murieron en Afganistán continúan recibiendo el último adiós en sus localidades de origen. Galicia, Oviedo y Sevilla mostraron su dolor en las exequias que se desarrollan desde el sábado por la tarde por las víctimas, y que finalmente no terminarán hasta hoy, cuando José Àngel Martínez Parada reciba sepultura. Alcalá de Guadaíra celebró ayer una misa en el Santuario del Àguila en memoria de los tres militares de la localidad sevillana: el capitán David Guitar y los soldados Pedro Fajardo y José Manuel Moreno. Los restos mortales del brigada Juan Morales Parra fueron incinerados en el tanatorio de Coria del Río, en la intimidad familiar.
La Xunta de Galicia también está presente en los funerales de los diez militares gallegos fallecidos el pasado martes, ya que distintos miembros del Gobierno asisten a las exequias que se desarrollan en los lugares de origen de cada una de las víctimas. Dos de los fallecidos recibieron sepultura en la tarde del sábado y otras siete familias fijaron para ayer los funerales, mientras que el de José Àngel Martínez Parada todavía no tiene hora, ya que se retrasó hasta hoy para que pueda asistir su padre, que se encontraba faenando en aguas de Perú. Además, el Ayuntamiento de Lugo convocó para hoy una concentración silenciosa a las 12.00 horas ante la casa consistorial en el marco de los actos de homenaje al soldado lucense Pablo Iglesias.
En Oviedo, familiares, amigos y un nutrido grupo de autoridades civiles y militares acudieron a despedir al sargento asturiano José González Bernardino. Desde el templo, el féretro fue conducido al Cementerio del Salvador, donde un pelotón de una decena de militares le rindió homenaje.
Para relevar a los 17 compañeros fallecidos y a los cinco heridos, un contingente formado por 24 soldados de la misma unidad partirá hoy desde la base militar de Torrejón (Madrid) rumbo a Afganistán. Todos los integrantes de la misión son voluntarios. También se enviarán dos nuevos helicópteros.