El dictamen del proyecto de nuevo Estatut se votará hoy en comisión sin un acuerdo entre los partidos sobre el blindaje de competencias, dado el rechazo del PSC a las pretensiones de ERC y CIU de invocar los derechos históricos en el capítulo competencial, lo que dejará a los socialistas en minoría. El primer secretario del PSC, José Montilla, y el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, mantuvieron ayer una reunión que no ha servido para acercar posiciones respecto a la principal discrepancia, que es la apelación a los derechos históricos.
Según fuentes de ERC, en la reunión, Montilla y Puigcercós reafirmaron las respectivas posiciones de sus partidos pero, al mismo tiempo, coincidieron en la necesidad de que durante el verano prosiga el diálogo entre las formaciones políticas para lograr los acuerdos que posibiliten que el Estatut sea finalmente aprobado en septiembre por el Parlament.
Por su parte, la ponente del PSC en la reforma del Estatut, Lidia Santos, dijo que su grupo se someterá al dictamen del Consell Consultiu sobre la constitucionalidad del proyecto estatutario y avanzó que remitirá a este organismo un informe con las 21 inconstitucionalidades que aún aprecia.Ante este escenario, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que trabajará a fondo para que se apruebe un buen Estatut, que sea «razonable» y que pueda ser aprobado «allí y aquí», en el Parlamento catalán y en las Cortes. Preguntado por la situación de la negociación de la reforma del Estatut, el jefe del Ejecutivo insistió en su disposición de que el proceso sea un éxito y confió en que Alfonso Guerra jugará un importante papel como presidente de la Comisión Constitucional del Congreso en la que debe tramitarse el texto que envíe a las Cortes el Parlamento catalán.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, dijo, por su parte, que los debates sobre la reforma del Estatut no tienen nada que ver con los problemas reales de la gente, por lo que aseguró que «lo mejor que podía pasar es que eso se quedara en nada y el tripartito comenzara a gobernar de una vez». El presidente del Parlament, Ernest Benach, ha pedido a los líderes políticos que hagan «el esfuerzo de su vida» para llegar a un acuerdo y, aunque ha reconocido que «hay discrepancias importantes», asegura estar convencido de que «se pueden superar».