El secretario general del PSOE gallego, Emilio Pérez Touriño, y el líder del BNG, Anxo Quintana, sellaron ayer el pacto de Gobierno que llevará a este bipartito progresista a la Xunta, con el ánimo de «garantizar la cultura de la coalición» y «a modo de contrato» con los ciudadanos, a los que situaron en el centro de la vida política. En la rubrica del acuerdo, ambos dirigentes reconocieron el carácter nacional de Galicia y se comprometieron firmemente a lograr una reforma del Estatuto de Autonomía que permita el «máximo nivel posible de desarrollo del autogobierno, como corresponde a una nacionalidad histórica».
Tras señalar que el acuerdo supone el primer paso a la «regeneración democrática» decretada por las urnas el pasado 19 de junio, ambos dirigentes se comprometieron a sacar adelante «un Gobierno de la unión, de la convivencia, de la pluralidad y que haga dar un salto histórico a Galicia y su autogobierno». Quizá este último punto sea uno de los compromisos más firmes de los dirigentes, que reconocen «el carácter nacional de Galicia, dentro de un Estado que avanza hacia una configuración plurinacional, pluricultural y plurilingüe».
Así, socialistas y nacionalistas asumen el compromiso de iniciar la reforma del Estatuto de Autonomía gallego «en los seis primeros meses» de la legislatura, asegurando que la aprobación se realizará sin exclusión de ninguna fuerza política y que buscarán el «diálogo permanente» con el PP. Además, el acuerdo inicial -en el que se reclamaba una deuda histórica de 21.000 millones de euros y el reconocimiento de Galicia como nación- ha sido rebajado hasta hablar de «déficits estructurales» y al reconocimiento del «carácter nacional» de Galicia.