Los dirigentes del PSOE y del PP, así como los propios protagonistas, se culparon ayer mutuamente del incidente de la noche del miércoles en el Congreso entre el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el diputado del PP Rafael Hernando, al término de la reunión de la Diputación Permanente de la Cámara.
Rubalcaba y Hernando dieron ante los periodistas versiones contradictorias de lo ocurrido, ya que, mientras el diputado del PP sostiene que fue insultado y que se le acusó de fingir, el portavoz socialista lo negó e insistió en que sus comentarios no fueron más que un «reproche político» en términos relativamente habituales en la Cámara.
Como fondo del asunto se encuentra el incendio forestal que causó la muerte de once personas en Guadalajara, suceso que los socialistas creen que el PP trata de magnificar con la «provocación» parlamentaria, mientras que este partido, por el contrario, opina que el PSOE trata de desviar la atención sobre las responsabilidad del Gobierno.
El presidente del Congreso, Manuel Marín, compareció ante los medios para pedir disculpas a los ciudadanos por la «pobre imagen» que a veces transmite la Cámara y reclamó de todos los grupos un esfuerzo para reducir la tensión en la vida parlamentaria.
Rafael Hernando fue el primero en explicar su versión de los hechos a los periodistas y en pedir que el portavoz socialista se disculpara con él, ya que aseguró que le había acusado de fingir su dolor por las víctimas, cuando venía del funeral de uno de los fallecidos, muy cercano a su familia desde hace mucho tiempo.