El presidente del PP catalán, Josep Piqué, aseguró ayer que sus manifestaciones sobre el papel en el partido de Àngel Acebes y Eduardo Zaplana fueron un error, por el que puso su cargo a disposición del presidente popular, Mariano Rajoy. Piqué también se disculpó ante los afectados por sus palabras, el secretario general y el portavoz parlamentario, a los que dedicó grandes elogios. No obstante, Piqué mantuvo el fondo de su discurso y aseguró que el PP debe entrar en una nueva etapa y «ampliar los mensajes».
Piqué terció en la polémica que el mismo abrió al asegurar que Acebes y Zaplana conectan con el pasado del PP. Admitió que estas palabras pueden haber perjudicado a los dos aludidos, a quienes pidió disculpas. Es «evidente», añadió, que sus palabras fueron un error. Así, optó por destacar que son «dos personas muy valiosas», que «han hecho muchas cosas y las van a seguir haciendo» porque son «absolutamente necesarias» para el PP. De Acebes dijo que es «un extraordinario» secretario general y añadió que no sabe de nadie que pudiera hacerlo mejor, y Zaplana es, a su juicio, un «brillante» portavoz. Incluso matizó su alusión al pasado diciendo que él mismo se incluye en ese grupo, puesto que fue ministro de José María Aznar en varias carteras.
«Tomo conciencia de que, efectivamente, puedo haber perjudicado al partido», dijo. Y por eso aseguró que «nadie es imprescindible» y dejó claro que Rajoy conoce su disposición a dejar su cargo si su presidente lo cree conveniente. «Si alguien cree que mi presencia no es necesaria o que puede ser contraproducente o contradictoria respecto a los objetivos del partido, no me mantengo en mis responsabilidades ni un segundo más», sentenció.
Eso sí, a pesar de las disculpas, Piqué mantiene el fondo de sus palabras e insistió en que el PP debe abrir una «nueva fase» en su forma de hacer oposición. «Nadie me convence de lo contrario», dijo Piqué, que insistió en que el PP tiene que «ampliar los mensajes, la presentación de alternativas por parte del partido».