El incidente que tuvo Federico Trillo en los pasillos del Congreso con familiares de las víctimas del Yakovlev-42 sigue trayendo cola. Para el presidente del PP, Mariano Rajoy, lo que hay es «una campaña de ensañamiento» de la que culpó al ministro de Defensa, José Bono. Y dos días después, el PSOE ha pedido disculpas, pero lo ha hecho minimizando los hechos y recordando que el ex ministro de Defensa «no vio a las víctimas en un año».
Rodríguez Zapatero trató de rebajar el tono del debate sobre el Yak-42 y el incidente de Trillo en el Congreso con los familiares de las víctimas, pero sin obviar críticas al Gobierno del PP, al asegurar que debe aceptarse como principio general el de «no mirar al pasado». Sin embargo, justificó las iniciativas parlamentarias del PSOE en torno al Yak-42 puesto que este es «un caso muy singular que en su día originó mucho desgarro».
Rajoy habló de «una campaña de persecución de manera ignominiosa» contra Trillo y tachó el incidente con los familiares en el Congreso de «intolerable e inadmisible». El líder popular llegó a decir que no tiene «la menor duda» de que el culpable de esa campaña es Bono, al que culpa del documento en el que la cúpula militar expresa su malestar por las manifestaciones de Trillo culpando a los mandos del accidente del Yak. «En el Ministerio de Defensa no hay un descontrol, lo que hay es un intento de que ocurran esas cosas», dijo, adelantando que el PP pedirá una reunión de la Diputación Permanente del Congreso para convocar un pleno en el que Bono dé explicaciones sobre este asunto.