Unas doscientas personas, según estimaciones del Cuerpo Nacional de Policía, se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno en Palma contra el proyecto del gobierno socialista de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y permitir la adopción de menores por parte de gays y lesbianas.
«La familia sí importa» fue el lema coreado ayer por gente de todas las edades que así quisieron mostrar su apoyo a la iniciativa del Foro Español de la Familia al que pertenece la Asociación Familiar de Balears y que, por uno u otro motivo, no pudieron viajar hasta Madrid para participar en la gran manifestación de ayer tarde en la capital.
Entre las personas que acudieron a la concentración destacó la presencia del ex alcalde de Palma Joan Fageda, quien manifestó que «la unión de personas del mismo sexo no debe ser considerada como un matrimonio» y se mostró en contra de que los gays y las lesbianas puedan adoptar niños.
Opinión compartida por el historiador Román Piña quien calificó la concentración como «una expresión de voluntad de mantener unos principios sobre la familia sostenidos durante miles de años», apostilló.
Para el sacerdote de La Sang, Ricardo Ramos -quien dejó claro que acudía a la concentración a título personal- el acto no era una «concentración contra los homosexuales», sino en defensa del matrimonio como institución y abogó porque gays y lesbianas vivieran su condición sexual practicando la castidad.
Carmen Cortezo, una de las participantes en la concentración, añadió que lo importante es «apoyar a la familia» y que «no se quiera dañar la institución del matrimonio con la nueva ley».