El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en la sesión de control en el Senado, que lograr la paz es el mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas del terrorismo, aunque «trágicamente no podamos conocer la última voluntad» de éstas.
Al responder a una pregunta del portavoz del PP en la Cámara Alta, Pío García-Escudero, Zapatero insistió en que el Gobierno negociará «por supuesto» si ve una oportunidad real de conseguir el final del terrorismo, pero siempre bajo las condiciones que el Ejecutivo ha adelantado.
El origen de la disputa parlamentaria fue la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo que el pasado sábado recorrió las calles de Madrid para mostrar su rechazo a una hipotética negociación con ETA. García-Escudero también reprochó a Zapatero la «cesión» a la banda terrorista que a su juicio supone «lanzarle el mensaje de que el ejercicio de la violencia puede llegar a tener réditos políticos».
Zapatero aseguró que el Gobierno valora la manifestación con respeto, puesto que es un derecho fundamental, y contrapuso esta actitud con la que mostró el Ejecutivo que presidía José María Aznar, «notablemente distinta». «Aquí hemos visto por parte del Gobierno respeto, ausencia de insultos y voluntad de diálogo», explicó, entre constantes interrupciones de senadores de su propio grupo, con aplausos, y del Grupo Popular, con reproches y murmullos. De hecho, Zapatero aseguró que su respeto por las víctimas es tan fuerte que nunca ha hablado en su nombre ni las ha utilizado en el debate político.El jefe del Ejecutivo explicó que ha puesto a trabajar a su Gobierno en una doble vía. Por un lado, la de combatir a ETA. En este sentido, destacó los logros conseguidos en materia antiterrorista en el poco más de un año que lleva en La Moncloa. Así, recordó que se han detenido a 178 etarras y la situación ha mejorado. «Eso nos debería, sensatamente, sin el apasionamiento partidario, permitir dialogar en torno a ello con una cierta capacidad de reflexión», dijo.