Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la División Nacional Antiterrorista de la Policía Judicial Francesa, detuvieron ayer en Francia a tres presuntos miembros del «aparato internacional» de la banda terrorista ETA, entre ellos al jefe de éste, Ramón Sagarzazu Gaztelumendi. Los otros dos arrestados en el interior de una vivienda de la localidad francesa de Romans-sur-Isere son Bernard San Sebastián y Oier Goitia Abadía.
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, encuadró a los tres presuntos etarras detenidos en esta «importante» operación en el «aparato internacional» de la organización terrorista, aunque también se dedicaban a labores «logísticas» y de «infraestructura». La misión del denominado «aparato internacional», según el Ministerio, es coordinar las actividades de ETA en todo el mundo, así como el control y dirección de sus militantes huidos en Hispanoamérica y otros países.
Se encargaban también del aprovisionamiento y adquisición de material electrónico, armas, documentaciones falsas, etcétera, en otros países, siendo de gran utilidad en las relaciones internacionales que pueda mantener ETA. Otra de las funciones desarrolladas por los detenidos era la creación de una infraestructura en Francia, mediante el alquiler de pisos o locales, necesaria para el ocultamiento de sus militantes.
El titular de Interior subrayó la importancia de la detención de Ramón Sagarzazu, quien es el sucesor al frente del «aparato internacional» de Pedro Esquisabel Urtuzaga, «Serpa», detenido el pasado 28 de abril en Caussade (Francia). Sagarzazu, nacido en Irún (Guipúzcoa) hace 40 años, estaba huido desde 1994 tras pertenecer varios años a un comando de «mugalaris», y en 1996 se convirtió en el responsable de los colectivos internacionales de la banda.
Fue detenido con documentación falsa en Venezuela, donde permaneció hasta abril de 2002 para hacerse cargo de funciones de mayor nivel en el aparato internacional, y tiene vigente una reclamación judicial de la Audiencia Nacional.