El presidente de CiU, Artur Mas, afirmó ayer, tras entrevistarse con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que ambos dirigentes se han comunicado la «voluntad común de llegar a acuerdos» tanto en la reforma del Estatut como en la nueva financiación de Catalunya. Maragall recibió al jefe de la oposición durante cerca de dos horas en el Palau de la Generalitat, más de dos meses después de que su relación quedara deteriorada al estallar la polémica del «tres por ciento».
Mas expresó su deseo de negociar la propuesta de financiación del gobierno tripartito y ha rechazado hablar de cuestiones «innegociables» por parte de CiU, al tiempo que ha remarcado que si bien «no será intransigente», la federación nacionalista sí que será «exigente». Según Mas, encontrar un «punto común» en la negociación «no será fácil, pero no es imposible. Lo hemos de intentar».
En la reunión, el líder de CiU le ha reiterado a Maragall su propuesta de acudir juntos a Madrid para exigirle al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que «cumpla su promesa» de asumir el Estatut que apruebe el Parlament «sin cambiar ni una coma», un compromiso que Mas «teme» que ya se haya «roto».Por su parte, el presidente de la Generalitat se mostró «satisfecho» de la reunión por la «predisposición al diálogo» de Mas, ya que «parece claro que CiU quiere participar del proceso de reforma estatutario desde la unidad», según explicaron fuentes del gobierno catalán.
Mas también explicó que «en 15 días o tres semanas» volverá a reunirse a solas con Maragall para calibrar el estado de las negociaciones, antes de que el próximo 11 de junio se celebre la cumbre de líderes catalanes sobre el Estatut en el Parlament. Un tema que no se ha tratado ha sido la polémica del «tres por ciento», que precisamente desató la crisis entre ambos dirigentes.