El ministro de Defensa, José Bono, ante la reunión hoy entre el líder del PSE, Patxi López, y dirigentes del PCTV, señaló ayer que lo que le gustaría es que los socialistas vascos no pacten «ni hablen con nadie que esté a favor del terrorismo o que no lo condene». Asimismo, fue más allá que otros superiores jerárquicos suyos en el Ejecutivo como la vicepresidenta primera, al considerar que para escuchar a ETA no valdría con el hecho de que la banda terrorista abandone la violencia y deje las armas, sino que también debería quedar claro que «los presos cumplan sus condenas».
En declaraciones a RTVE, Bono se alegró de que no le corresponda a él recibir a los que calificó de «individuos» del PCTV, argumentando que a la gente que no quiere a España y no condena la violencia habría «que mandarla... vamos a decirlo bien, habría que mandarla a su casa, políticamente».
Agregó que le pide el cuerpo «lo que a tantos españoles», que la gente integrante de dicha formación «deberían estar ilegalizadas». En todo caso, matizó que en una democracia lo que piden las vísceras tiene que subordinarse a lo que la Ley establece.A su juicio, cuando un socialista se mete por el camino del nacionalismo «lo mejor que le puede ocurrir es que se pierda, y lo peor ya se sabe». Recordó que en los años 80 se estuvo apoyando en Euskadi a gobiernos nacionalistas y lo que pasó es que el PSE cada año tenía menos votos.
«El PSE debe aspirar a tener más votos, pero que hagan lo que quieran porque yo no soy allí el responsable de dictaminar lo que tienen que hacer. A mí lo que me gustaría es que no pacten ni hablen con nadie que esté a favor del terrorismo o que no lo condene», insistió. También lanzó cierto reproche a quienes se limitan a señalar que para escuchar a ETA basta con el hecho de que los terroristas dejen de matar, reivindicando que se reclame también que «los asesinos cumplan su penas».
«Yo deseo que dejen de matar pero no estoy dispuesto a admitir el planteamiento de que cuando lo anuncien negociaremos, porque les dejamos al lado de la cárcel y eso no es razonable. El que ha asesinado a siete españoles inocentes no puede salir de la cárcel, tiene que cumplir, porque lo contrario sería sencillamente ofender la memoria de los muertos, que para mí es bastante más digna de ser honrada que la de estos asesinos», explicó.