El jefe del Gobierno gallego, Manuel Fraga, aseguró ayer que Galicia «no aceptará nunca una quiebra del principio de solidaridad» en materia de financiación autonómica, un criterio que dijo compartir con presidentes socialistas como Chaves, Ibarra y Barreda, quienes se oponen a lo propuesto en Catalunya por Maragall.
«Fraga señaló que la Comunidad gallega «no va a aceptar ningún tipo de negociación bilateral, Gobierno central-Comunidad autónoma», ya que el «acuerdo» al que se pueda llegar tendrá que ser aprobado por todas las autonomías.
El líder de los populares gallegos se situó en las filas de los presidentes autonómicos de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, frente «al señor Maragall», de Catalunya, «una región rica que pide una supuesta deuda histórica de 2.400 millones de euros». «Evidentemente no podemos aceptarlo ni tomarlo en serio», apuntó.«No pueden ser los saldos fiscales los que fijen la financiación», argumentó, al tiempo que demandó que se tengan en cuenta otros factores como la dispersión territorial o el envejecimiento de la población, asuntos ambos que afectan especialmente a la Comunidad gallega.
Fraga subrayó que «o todos formamos parte de la misma Nación o no es lo que dice la Constitución», para insistir en que «Galicia, ni en términos absolutos ni en términos relativos, va a aceptar una minoración de recursos».
Por su parte, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, señaló hoy que cuando como Maragall se reclama siempre una financiación mejor eso significa una política del «todo por la pasta», es decir, «simplemente buscar más dinero con argumentos ofensivos». Precisó que es mentira que se pague por territorios sino por renta, de manera que, según destaca, si en Catalunya pagan más es porque allí hay más ricos.
En Andalucía, el PP pidió al presidente, Manuel Chaves, que «se retrate de una vez» y apoye la petición en el pleno del Parlamento de reprobar al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, por sus declaraciones sobre que algunas comunidades autónomas están «acomodadas a vivir del subsidio». Los populares consideran en su iniciativa que el Parlamento de Andalucía «no puede permanecer indiferente» ante las palabras del presidente de la Generalitat.