El mutismo en el PSOE sobre un posible pacto de los socialistas vascos con el PNV tras las elecciones autonómicas vascas lo rompió ayer el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall. Según dijo, él pactaría con los nacionalistas porque sería «bueno para España». Sin embargo, la candidata a lehendakari del PP, María San Gil, insistió en «el modelo alavés de libertad, pluralidad, convivencia y progreso» y en pactar con el PSE, aunque lamentó que los de Patxi López estén «al servicio del nacionalismo». El líder socialista vasco sigue sin pronunciarse, pero continúa con sus críticas al lehendakari, Juan José Ibarretxe, al que acusó de promover «un Pacto de Lizarra educativo».
Maragal aseguró que si no se dan mayorías absolutas es partidario de que el PSE pacte con el PNV antes que con el PP. Primero, dijo, eso significaría que los comicios han ido muy bien para López y, segundo, añadió que sería «bueno» para España y acorde con el modelo territorial que el PSOE aprobó en Santillana del Mar. En todo caso, aseguró que nadie la ha pedido su opinión sobre este asunto.
Y es que el PSE no se quiere pronunciar sobre los posibles pactos tras las elecciones. Esta posición perpetúa además los ofrecimientos del PP para consolidar la alternativa constitucionalista al Gobierno de los partidos nacionalistas. María San Gil, aunque aseguró que su partido es «la única garantía real del cambio», es consciente de que necesitará a los socialistas vascos si quiere ser la primera mujer en convertirse en lehendakari, y para ello tiene que conseguir más votos que el PSE.Quizá por eso, además de mantener su oferta sobre la mesa, insiste en criticar a los socialistas, quienes a su juicio «no dicen toda la verdad» y «se han puesto «al servicio del nacionalismo». En este sentido, tachó de «deslealtad» el respaldo del PSE a una moción de censura contra un diputado foral del PP en las Juntas Alavesas y que el PSOE votara junto a PNV y ERC en el Congreso «para que siga habiendo 150 profesores que están discriminados y marginados por culpa de no dar el perfil de idioma que exige el señor Ibarretxe».