El senador del PP Ignacio Cosidó retiró ayer sus palabras dirigidas contra el alto comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces Barba, en lo que tuvieron de «crítica personal», si bien mantuvo la «crítica política» a su gestión.
En la sesión de control al Gobierno celebrada en la Cámara Alta el pasado día 9, Cosidó afirmó que el Ejecutivo había nombrado a Peces Barba dentro de una estrategia de «negociación y de diálogo con ETA», y apuntó que debía ser destituido por estar «más cerca de los terroristas que de las propias víctimas». Además, añadió: «Si no dimite, que el Gobierno tenga la responsabilidad política de cesarle, y, como no lo van a hacer, que tenga la decencia moral de cambiar su título y denominarle alto comisionado para el diálogo y el amparo de los verdugos terroristas».
Al comienzo de la sesión plenaria del Senado, el portavoz del PSOE, Joan Lerma, pidió ayer al senador del PP que retirara sus «palabras ofensivas» contra el alto comisionado, al considerar «que en nada favorecen ni a las posiciones del partido del señor Cosidó ni tampoco a esta Cámara, ni a la representación parlamentaria». El presidente de la institución, Javier Rojo, concedió entonces la palabra al senador del grupo popular, quien explicó al pleno que su intención fue «realizar una crítica política» a la gestión de Gregorio Peces-Barba, pero aclaró que «en ningún caso» pretendió efectuar una «descalificación personal» del alto comisionado. Tras este preámbulo, aseguró que no tenía inconveniente «en retirar cuanto de crítica personal pudo haber en mi intervención».