El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, responsabilizó ayer abiertamente al anterior Gobierno de CiU de la crisis en el barrio del Carmel y acusó a la federación nacionalista de «desvergüenza» por inhibirse del proyecto de la Línea 5 del Metro que modificó la ubicación de la cola del túnel de maniobras hundido y que llevará a que en el actual Ejecutivo «paguen justos por pecadores».
Maragall aprovechó la sesión de control en el Parlament para echar en cara al presidente de CiU, Artur Mas, que los nacionalistas «inauguraron a toda prisa y al final de mandato» el metro ligero de Ciudad Meridiana a Can Cuyàs «olvidándose» de aprobar el proyecto modificado y las obras. «Eso es en parte lo que pasó con la cola de maniobras del Carmel», señaló Maragall.
Mas pretendía evidenciar la responsabilidad política del conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, pero Maragall, tras reafirmarse en la confianza depositada en el conseller apuntó abiertamente al Gobierno de CiU como responsable de la situación provocada por los derrumbes en el Carmel.
«Tienen la desvergüenza de decir que no firmaron el proyecto», criticó y sostuvo que pidiendo la dimisión de Nadal CiU «está atacando su proyecto, firmado o no» y «ahora pagarán justos por pecadores, porque firmaron un proyecto que ya estaba predeterminado, sino hecho o acabado», denunció.No obstante, Maragall no eludió la responsabilidad de su Ejecutivo y admitió que «a nuestro Gobierno le toca devolver a los vecinos afectados a sus casas, compensar los daños por una obra mal planteada y cambiar la gestión ineficiente de los últimos años». En este sentido, garantizó que las obras en el subsuelo de Barcelona serán «seguras y bien hechas» porque «se pueden hacer bien, de otra manera y con otros sistemas de decisiones». En su intervención, Maragall también recordó a Mas que fue «conseller en cap», por decreto, de un Gobierno que prometió muchas grandes obras y que no hizo ninguna».