La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitará penas que suman decenas de miles de años de prisión para el presunto líder de la célula española de Al Qaeda desarticulada en noviembre de 2001 y para dos de sus miembros, a los que considera «cómplices» de los atentados del 11-S en Estados Unidos.
El fiscal Pedro Rubira pide 25 años de cárcel y 300.000 euros de indemnización por cada una de las víctimas mortales del 11-S para Imad Eddin Barakat Yarkas, «Abu Dahdah»; Driss Chebli y Ghasoub Al Abrash Ghalyoun, a los que califica de «cooperadores necesarios» o «cómplices» de los atentados.
Aunque la cifra oficial de víctimas es de 2.973, Rubira les acusa de 2.500 asesinatos, lo que supondría una pena de 62.500 años de prisión, a la que hay que sumar otros nueve por el delito de integración en organización terrorista y, sólo en el caso de «Abu Dahdah», tres más por falsificación de moneda.
Entre los otros 21 procesados que el fiscal incluye en su escrito de conclusiones provisionales figuran el periodista de la cadena qatarí de televisión Al Yazira Taysir Alony, para quien pide nueve años de cárcel por integración en Al Qaeda, y el español Yusuf Galán, para el que solicita 18 años de prisión.
El representante del ministerio público asegura que «Abu Dahdah» inició sus actividades relacionadas con el integrismo islamista en torno a la mezquita de Abu Baker, en el barrio madrileño de Cuatro Caminos, «formando una infraestructura terrorista mediante la captación y entrenamiento de jóvenes islamistas para su integración en la Yihad (guerra santa) como muyahidines (luchadores)».Añade que, además, «financiaba desde España a otras organizaciones terroristas internacionales de naturaleza integrista» y que «consiguió constituir una compleja estructura terrorista» constituida por él y los otros 23 procesados.
Los objetivos de la célula eran recibir y distribuir propaganda integrista, realizar labores de proselitismo para jóvenes musulmanes que se encontraban viviendo en España «y enviarles a campos de entrenamiento en Afganistán», recaudar dinero para enviarlo a países donde los muyahidines estaban realizando la Yihad y facilitar a éstos documentación ilegal y apoyo durante su paso por España. Sobre la implicación de la célula en el 11-S, el fiscal dice que la participación de Abu Dahdah, junto al también procesado Amer Azizi, en paradero desconocido, «consistió en dar cobertura en España a los miembros del 'comando' que realizó los ataques del 11 de septiembre de 2001».