La Policía Nacional ha detenido a 14 presuntos miembros «legales» de ETA en Euskadi, Navarra, Valencia y Cádiz en una operación que supone la «completa desarticulación» de la estructura de captación y reclutamiento de nuevos terroristas imprescindibles para la subsistencia de la banda. Los arrestados, no fichados por las fuerzas de seguridad, realizaban labores de captación, colaboraban directamente con los comandos de ETA y elaboraban información sobre objetivos, según Interior.
Además, algunos de los detenidos podrían haber realizado funciones de apoyo logístico a los comandos, como dar alojamiento a sus miembros. Los nombres de los arrestados figuraban en los listados intervenidos al dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, «Susper», cuyas claves han podido ser descifradas recientemente. Para Interior, además, la estructura de apoyo interior de ETA, de la cual se nutren los miembros de los comandos armados, se ha visto también «seriamente dañada».
El ministro de Interior, José Antonio Alonso, destacó la importancia de esta operación, que, según dijo, continúa abierta y aseguró que «no existe ninguna negociación entre el Gobierno del Estado y ETA».
La operación se desarrolló desde la tarde del martes en un dispositivo en el que han participado cerca de 200 agentes, mientras que las detenciones fueron ordenadas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. En Guipúzcoa ha sido detenido Anitz Esquisabel Barandiaran; en Vizcaya, Arkaitz Hormaeche Bilbao; María Anunciación Alonso Curieses, Pagoa Zulueta Vázquez, Estíbaliz Goitia Iturraspe, Alaitz Arreche Hornes y en Alava, Mario Corral Sáez de Viteri.