El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó el 0,1 por ciento en diciembre y situó la inflación de 2004 en el 3,2 por ciento, seis décimas más que un año antes, y 1,2 puntos por encima de la previsión oficial, según el Instituto Nacional de Estadística.
La tasa de inflación subyacente -excluye del índice general los precios de los alimentos frescos y de los productos energéticos- aumentó en diciembre el 0,1 por ciento y en el 2004 el 2,9 por ciento. Respecto al mes anterior, el IPC se redujo tres décimas, en tanto que la subyacente se mantuvo en el 2,9 por ciento por quinto mes consecutivo.
Tras conocer estos datos, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, consideró que la evolución de la inflación en el 2004 muestra que España ha soportado «relativamente bien» el incremento del precio del petróleo, en un contexto de elevado dinamismo de la demanda interna.
En su opinión, los datos confirman la mejoría esperada tras la moderación del crudo desde finales de octubre y calculó que del aumento de la inflación en el 2004, más del treinta por ciento se debió al encarecimiento del transporte, el veintiuno por ciento a los alimentos y el catorce por ciento a la vivienda, por la subida del gasóleo de calefacción.
Dada la reciente evolución del precio del petróleo y del euro, vaticinó que la inflación debería volver «progresivamente» a la senda que mantenía antes de que comenzara el alza del petróleo. El pasado año, los grupos más inflacionistas fueron transporte, bebidas alcohólicas y tabaco.