El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que el llamado Plan Ibarretxe es «una propuesta que no va a prosperar», mientras que el presidente del PP, Mariano Rajoy, exigió al Gobierno que rechace cualquier negociación del mismo.
El Gobierno y el PP mantuvieron ayer sus distintas visiones a la hora de hacer frente a la propuesta de reforma del Estatuto vasco conocida como Plan Ibarretxe, aprobada el pasado jueves por el Parlamento vasco gracias los votos de la antigua Batasuna.
El presidente del Gobierno aseguró que «nadie está por encima de las leyes», y añadió que en España «se puede dialogar de todo dentro de la Constitución y, fuera de la Constitución nada».
Rodríguez Zapatero llamará el principio al lehendakari, Juan José Ibarretxe, el próximo día 7, para fijar una fecha para entrevistarse con él. Zapatero explicó que recibirá a Ibarretxe porque es coherente con su forma de entender la política, pero puntualizó que «voy a escuchar al lehendakari Ibarretxe, lo haré una vez más, pero él también me va a escuchar a mí».
El presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó al Ejecutivo que rechace «absolutamente» cualquier negociación sobre la propuesta, a la que definió como «el mayor desafío que ha sufrido la democracia española desde 1978», e insistió en que sea recurrida «inmediatamente» ante el Tribunal Constitucional (TC).
Rajoy exigió al Gobierno que garantice «dentro y fuera del País Vasco» que el Estado «no vacilará» al emplear los instrumentos previstos por la ley para defender el orden constitucional y la soberanía nacional. En este sentido, el secretario general del grupo socialista, Diego López Garrido, dijo que recurrir inmediatamente el Plan ante el Tribunal Constitucional crearía un «alarmismo innecesario» en torno a una propuesta que no tiene todavía «realidad jurídica».