La Policía Nacional detuvo ayer a 17 personas, diez hombres y siete mujeres, en una operación simultánea en las tres provincias vascas y Navarra contra miembros del aparato de infraestructura de ETA. Pese a estas detenciones, que elevan a 61 el número de arrestos de presuntos etarras en lo que va de año, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, reiteró su habitual mensaje de cautela y advirtió de que «ETA conserva capacidad operativa».
Siete personas fueron detenidas en Guipúzcoa, cinco en Navarra, dos en Alava y tres en Vizcaya, en una acción que empezó hacia las 00.30 horas, en la que han participado unos 150 policías y que continúa abierta. La operación fue posible, según Interior, gracias a «la recopilación de distintas informaciones y seguimientos, y al exhaustivo estudio de diversa documentación como la intervenida» a «Susper», jefe de comandos de ETA.
Durante la noche, se practicaron además 18 registros domiciliarios y algunos más en diversos locales, en los que la policía se incautó de ordenadores y de abundante información que está siendo analizada. Alonso dijo que los arrestados «son la gente encargada de suministrar información, material, coches, infraestructura en general para que la banda terrorista pueda eventualmente ejecutar sus atentados». «Son las personas que, dentro del entramado de la organización terrorista, forman los ojos y los oídos de ese entramado», dijo.
Según Interior, se investiga además la posible colaboración de alguno de los arrestados en el asesinato en julio de 2001 de José Javier Múgica, edil de UPN en Leiza.
En Ordizia (Guipúzcoa), fueron arrestados Ibon Urrestarazu Esnaola, de 43 años, y Alaitz Iturrioz Garmendia, de 29, mientras en Zestona fue apresada Margarita Eizagarri Aramburu, de 34 años, y en Zumaia lo fueron Aritz Romanelli Aizpurúa, de 30, y Aitziber Igoa Monge, de 25. En la también guipuzcoana población de Antzuola se produjeron los arrestos de Francisco Agustín Cabo Fernández, de 39 años, y Amaya Mundiñano Larraza, de 30 años.