La Comisaría General de Policía Científica consiguió determinar ayer que los restos que quedaban por identificar en la calle Carmen Martín Gaite número 40 de Leganés corresponden al ciudadano argelino Allekema Lamari, considerado por la Policía como el emir del 11-M. Dos biólogos de la Policía Científica han conseguido determinar con un margen de error «cero» que los restos del séptimo suicida son de Lamari, después de confirmar en Argelia que su perfil genético y el perfil genético de sus padres coinciden plenamente.
Lamari ya fue detenido en 1997 en Valencia junto a otros 10 presuntos miembros del GIA por orden del juez Baltasar Garzón, quien decretó entonces su ingreso en prisión provisional. En el año 2001, la Audiencia Nacional le condenó a 14 años de prisión por pertenencia a banda armada, tenencia ilícita de armas y tenencia de útiles por falsificación de documentos. Sin embargo un año después el Supremo decidió rebajarle la pena a 9 años y 3 meses de prisión al entender que el tribunal sentenciador incumplió claramente el deber de motivar la concreta pena a imponer. En junio de 2002, Lamari salió de prisión.
Según un informe del CNI examinado a puerta cerrada por los miembros de la comisión parlamentaria de investigación del 11-M, Allekema Lamari pudo ser «posible planificador y/o ejecutor del 11-M. En otro informe del Centro Nacional de Inteligencia se decía que ya en septiembre de 1997, cuando se encontraba en prisión, comunicó la intención de algunos elementos argelinos que podrían cometer algún atentado en España. Asimismo, otro informe del CNI con fecha de 6 de marzo, tan sólo cinco días antes de los atentados del 11-M, la unidad antiterrorista del Centro elaboró una nota interna en la que informaba de la desaparición de Lamari y de cinco radicales de su grupo del barrio madrileño de Lavapiés.