El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró ayer su satisfacción por el apoyo unánime del Congreso al proyecto de ley de violencia de género, criticado por la rapidez de su tramitación parlamentaria y por ampliar su ámbito de protección a otros grupos vulnerables, en vez de ceñirse a la mujer.
El Pleno del Congreso respaldó la iniciativa por 320 votos, en una votación a la que asistieron Zapatero y ocho de sus ministros. El titular de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, dedicó la futura ley a las víctimas mortales de la violencia de género, «todas ellas con nombres y apellidos».
Los grupos parlamentarios presentaron más de 400 enmiendas a la iniciativa, la mayoría de ellas negociadas hasta el último minuto con el PSOE, otras retiradas en aras del consenso y otras muchas incorporadas como transaccionales al dictamen aprobado de la ley, que pasará al Senado.