Estas dos comparecencias y el orden de las ya aprobadas alargó el enfrentamiento que socialistas y populares protagonizan después de cada reunión de la comisión. El PSOE cumplió con lo anunciado y votó a favor de la comparecencia de Zapatero, solicitada por el PP. IU-ICV también votó a favor, mientras que el resto de grupos, salvo CiU que se abstuvo, votó en contra. La comparecencia del presidente del Gobierno será probablemente en el mes de noviembre. En la reunión de ayer se acordó el calendario hasta el día 21 de octubre, y antes tendrán que declarar otras tres personas. La ronda de comparecencias la cerrará Clara Escribano, de la Asociación de Víctimas del 11-M.
Ni siquiera con el visto bueno ya dado a las comparecencias de Aznar y Zapatero, PSOE y PP rebajaron el tono de sus enfrentamientos. Eduardo Zaplana que justificó la comparecencia del presidente del Gobierno en que no ha podido «soportar la presión social» que hay, dijo, a favor de que declare. Zaplana se mostró convencido de que el PSOE tiene «odio y rencor» contra la figura de Aznar y «pavor» al resultado de la comisión.
Alfredo Pérez Rubalcaba, tachó de «peregrino» que el PP pretende vincular la decisión de Zapatero con la situación de Aznar. El presidente del Gobierno, dijo, acudirá «porque ha querido» y ha dado «sólidas razones» para justificar su presencia.
Los partidos minoritarios creen que PSOE y PP «perturban» la comisión con esta guerra de comparecencias, no sólo con las peticiones sino también con el orden en que estos deben desfilar por la comisión. Sólo IU-ICV apoyó la comparecencia de Zapatero, según explicó su líder, Gaspar Llamazares, porque «dignifica» a la comisión tener al jefe del Ejecutivo en sus trabajos.Por el momento no se ha hablado de un formato especial para las comparecencias de Aznar y Zapatero. Sí se ha acordado que cada uno acuda en un día reservado íntegramente para ellos, sin interferir con sesiones plenarias ni con otras comparecencias.