OTR/PRESS-SANTIAGO
La salud del presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga,
volvió a darle ayer un nuevo susto. En pleno debate sobre el estado
de la autonomía, que se está celebrando en el Parlamento gallego,
Fraga sufrió un desvanecimiento, motivado por no haberse recuperado
del todo de la gastroenteritis que sufrió la semana pasada. Llevaba
hablando en la tribuna más de una hora. Más o menos el mismo tiempo
necesitó, tras pasar la pertinente revisión médica, para regresar
al hemiciclo y finalizar su intervención.
Una hora y diez minutos después de comenzar a hablar ante el Parlamento gallego, Fraga comenzó a perder progresivamente el habla. El conselleiro de Sanidad, José manuel González Àlvarez, el diputado popular Miguel Santalices y el socialista Francisco Ceviño se acercaron a la tribuna para atender al presidente gallego. Aunque éste se resistió a abandonarla («He dicho que no», llegó a decir con la voz ya quebrada) e insistía en continuar con su intervención, cuando empezó a perder el equilibrio tuvo que ser evacuado de la Cámara en una silla de ruedas.
Fraga fue trasladado al área de Gobierno de la Cámara para ser atendido por los médicos, que achacaron el desvanecimiento a una lipotimia como consecuencia de no haber respetado el preceptivo reposo por la gastroenteritis que sufrió la pasada semana. En estos días, Fraga suspendió sólo algunos actos de su agenda oficial, lidió con la crisis del PP gallego y acudió como presidente fundador al Congreso nacional del partido, que se celebró en Madrid el pasado fin de semana.
Los constantes viajes de Fraga, que le llevaron también a León en los últimos días, hicieron que no ingiriese los suficientes alimentos sólidos y, por tanto, que su infección gastrointestinal no se curase. Tras finalizar el lunes su agenda con una reunión con el presidente del PP en Ourense, José Luis Baltar, ya entrada la noche, Fraga emprendió la tarea de leer un discurso de 118 folios en el Parlamento gallego. Todavía le quedaba un tercio cuando se produjo su desvanecimiento.