El ex conselleiro José Cuiña y el presidente del PP en Ourense, José Luis Baltar, abandonaron anoche, a las 22.40 horas, la residencia oficial del presidente de la Xunta, Manuel Fraga, sin hacer declaraciones a los periodistas congregados en la zona.
Cuiña y Baltar acudieron al domicilio del jefe del ejecutivo gallego sobre las 21.25 horas para entrevistarse con Fraga e intentar buscar una salida a la crisis abierta tras el anuncio de diputados de Ourense de que podrían abandonar el PP y el grupo parlamentario.
El coche en el que viajaban ambos dirigentes entró al domicilio de Fraga muy despacio y con las luces interiores encendidas, lo que permitió ver a Cuiña -que por primera vez aparece en público en esta crisis- y Baltar con aspecto relajado.
Poco más de una hora después, ambos salieron en el mismo vehículo, y pese a que los periodistas rodearon el coche para obtener sus declaraciones, no se detuvo y no informaron del resultado de la reunión.
Una indisposición intestinal del presidente del PP gallego y de la Xunta, Manuel Fraga, obligó ayer a aplazar, por recomendación médica, los actos previstos, entre ellos la reunión por la mañana con José Luis Baltar, convocada para buscar una salida a la crisis de los populares gallegos.
Fraga y Baltar tenían previsto almorzar en Santiago para solventar las diferencias surgidas entre los populares orensanos, tras la amenaza de que algunos de ellos podrían abandonar el partido y el grupo parlamentario.
Durante toda la mañana se mantuvo la incógnita del lugar en que se celebraría la anunciada reunión, pero al mediodía el consejero de Sanidad, José Manuel González, informó a la prensa de la cancelación de la agenda del presidente, ya que se le diagnosticó una gastroenteritis.El consejero destacó que Manuel Fraga se encontraba bien y sin fiebre, aunque con malestar consistente en algo de diarrea y vómitos, una «pequeña indisposición», dijo, por la que los servicios médicos de la Xunta y los colaboradores del presidente le convencieron para que anulase su agenda oficial.