El presidente del PP en Ourense, Xosé Luis Baltar, afirmó ayer que está dispuesto a dar una «segunda oportunidad» al titular de la Xunta, Manuel Fraga, después de que fuentes del partido informaran de que el dirigente provincial, y al menos cinco diputados ourensanos, habían adoptado la decisión «irrevocable» de abandonar el partido, lo que supondría que Fraga se quedaría en minoría en el Parlamento gallego.
Estas fuentes del sector crítico indicaron que el también presidente de la Diputación de Ourense comunicó la noche del lunes a Fraga su decisión en la cena que mantuvieron ambos en Santiago, por entender que la Xunta no respaldaba los intereses de la provincia y que ésta no estaba representada en el nuevo gabinete.
El propio Baltar, en declaraciones a los periodistas, no confirmó ni desmintió esta posibilidad, si bien confesó que «llegó la gota que colmó el vaso» en la relación de los ourensanos con la Xunta y dijo que la reunión con Fraga fue «fruto del descontento que existe en la provincia con el gobierno gallego desde hace más de dos años».
Baltar indicó que tanto el presidente del PPdeG como él habían hecho «un pacto de silencio hasta dentro de una semana», en la que volverán a reunirse, en un intento de dar «una segunda oportunidad» al gobierno autonómico, después de la cual, no descarta abandonar el partido y liderar una nueva candidatura.
Sobre esta cuestión, puntualizó «que es la segunda parte que vendrá después -de la próxima con Fraga- si no se llega a ningún acuerdo». Por su parte, el secretario general del PPdeG, Jesús Palmou, precisó que la cena entre ambos dirigentes no confirmaba una supuesta crisis, sino conversaciones «abiertas», y consideró «pura especulación» la ruptura del partido.