El enfrentamiento entre PSOE y PP tras el acuerdo de la comisión del 11-M para citar al ex presidente del Gobierno José María Aznar aumentó ayer con reproches mutuos entre los dirigentes de ambos partidos, hasta el punto de que el PP admitió incluso que podría dejar la comisión parlamentaria.
El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, llegó a reconocer que «cabe» la posibilidad de que su grupo abandone la comisión, aunque señaló que aún «no está tomada la decisión al respecto», e insistió en que es un «escándalo» que no se admitiera ninguna de sus propuestas de comparecencias. Zaplana añadió que su partido no está enfadado, pese a haber quedado «en la indigencia más absoluta» por no ver atendidas sus peticiones.
Sin embargo, el comisionado del PP Vicente Martínez Pujalte aseguró después de difundirse las declaraciones de Zaplana que su grupo parlamentario no abandonará la comisión: «Nunca nos planteamos abandonar nada. El PP siempre está trabajando en pro de la verdad».
Pujalte definió a Rubalcaba como «la persona más cínica del mundo». «Rubalcaba ha dado órdenes expresas para impedir que se oigan los testimonios que pide el PP. Fabrica una verdad y además la explica creyéndosela», acusó al PSOE de querer «ocultar» algo y de poner obstáculos al esclarecimiento de los hechos.