OTR/PRESS-LONDRES/MADRID
El Gobierno británico quiere resolver «cualquier dificultad» con
España «de forma tranquila», aunque lamenta «el lenguaje emotivo
utilizado por el Gobierno español y los políticos» españoles en los
últimos días respecto a la conmemoración del III centenario de la
toma del Peñón de Gibraltar por las fuerzas británicas.
Sin embargo, con motivo de este aniversario, el ministro principal de La Roca, Peter Caruana, señaló que éste no era un asunto de los españoles y que su reacción ante esta celebración le resultaba «un tanto impertinente». Para el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, es «positivo» que Londres quiera hablar con Madrid, pero la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, consideró que ha sido «desafortunado» el modo de celebrar los 300 años del Peñón.
Según declaró un portavoz del Ministerio británico de Asuntos Exteriores, por parte de Londres «consideramos a España como un socio valioso de la UE y un aliado natural y como con cualquier socio de la Unión y aliado natural nos gustaría resolver cualquier dificultad con España, no sólo ésta, de forma tranquila». El Gobierno español llamó a consultas el pasado viernes al embajador británico, Stephen Wright, para transmitirle su malestar por la visita del ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, que llegó ayer a Gibraltar.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que recordó a Londres que «el Gobierno sólo transmite las emociones del pueblo español», dijo que el Ejecutivo llamaba al diplomático británico para transmitirle su «malestar» por la visita de Hoon. Además, señaló que el Gobierno español consideraba la visita a Gibraltar «un gesto inamistoso» y ante ello, indicó que el secretario general de Asuntos Europeos y el director general de Europa y América del Norte habían trasmitido en Madrid un profundo rechazo ante lo que consideramos una serie de gestos inamistosos que vuelven a manifestarse con esta visita».