El secretario general del partido, Mariano Rajoy, exigió ayer a Zapatero que ponga fin a «la maniobra revanchista» que, a su juicio, ha ordenado Moncloa contra Aznar y el PP, a raíz de las polémicas sobre los papeles del CNI o la medalla de oro del Congreso norteamericano. Rajoy leyó al Comité Ejecutivo del PP una carta remitida por Aznar al partido. En ella niega tener documentos del Centro Nacional de Inteligencia relativos al 11-M y haber utilizado lobbies para el beneficio particular que supuso la medalla de oro del Congreso norteamericano. Esta carta motivó que la dirección popular aprobara una resolución tanto de apoyo incondicional a Aznar como de dura crítica al Gobierno.
En cuatro puntos, el PP asegura que ni Aznar ni su Gobierno ha utilizado fondos públicos o información en su beneficio, e incluso destaca que sus ocho años en La Moncloa supusieron «el fin de un periodo en el que fueron moneda corriente los escándalos por uso denigrante del poder al servicio de intereses personales». Este mensaje, dijo, es el centro de «una campaña antidemocrática» a cargo del PSOE.
El cuarto punto de este comunicado resume a la perfección esta declaración de intenciones del PP: «Exigimos al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que ponga fin de inmediato a la maniobra revanchista que está realizando, del mismo modo que le recomendamos que se dedique a desarrollar su tarea, que es gobernar y tomar decisiones».Rajoy aseguró que esta estrategia responde a la intención del Gobierno de mirar continuamente al pasado. Este lunes ya atribuyó al Ejecutivo la filtración del contrato con el lobby norteamericano que gestionó la concesión de la medalla del Congreso a Aznar, y ayer insistió en que este hecho es un ejemplo de la estrategia socialista. De hecho, reveló que el contrato se acordó en abril de 2003, en el Consejo de Política Exterior. «Es absolutamente normal y ese lobby se ha utilizado fundamentalmente para dar apoyo a empresas españolas», explicó.