El ministro del Interior, José Antonio Alonso, apostó ayer por adaptar el acuerdo por las libertades y contra el terrorismo a la amenaza que supone el terrorismo islámico, y no sólo limitarlo a ETA. Así lo dijo en San Lorenzo del Escorial, donde participó en el curso «Desafíos sociales y tecnológicos del terrorismo: de ETA a Al Qaeda». El secretario general del PP, Mariano Rajoy, se mostró dispuesto a aceptar la propuesta, pero manteniendo el preámbulo del acuerdo. Alonso también aseguró que la banda terrorista está «en decadencia» y derrotada en el campo político, aunque advirtió que sigue teniendo capacidad para cometer atentados.
Alonso explicó que el terrorismo «está entre los principales problemas de la humanidad». En España, añadió, se tiene que hacer frente al doble desafío de ETA y del terrorismo islámico. Y el nexo en la lucha contra ambos fenómenos, según dijo, debe ser el pacto antiterrorista. El ministro considera razonable que las nuevas exigencias, que España afrontó con dramatismo con el 11-M, hacen necesario que este acuerdo sea adaptado. «Debemos pensar muy seriamente en esa posibilidad».
Alonso aseguró que para luchar contra el terrorismo de origen islamista es necesario mantener los mismos preceptos que en la lucha contra ETA, «un consenso básico entre los partidos democráticos en materia de política antiterrorista» y que «en ningún caso se debe ceder al chantaje de las organizaciones terroristas». Según dijo, es crucial» el control de los mecanismos de financiación de esas organizaciones, lo que implica una colaboración entre Interior y Hacienda. Este mismo mes, dijo, se ha revitalizado la Comisión de vigilancia de actividades de financiación del terrorismo.
El ministro recordó que son muchas las iniciativas que ya se han puesto en marcha para luchar contra el terrorismo internacional, como son la incorporación de 300 agentes para los servicios de información de policía y Guardia Civil y la creación del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista. También es importante, según el ministro, potenciar la relación con el Magreb, en especial con Marruecos.