El director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, aseguró ayer que no existen indicios que motiven una investigación sobre la relación de ETA con el 11-M, pesquisas que fueron solicitadas por su antecesor en el cargo, Agustín Díaz de Mera, que sí ve elementos «objetivos» que avalan esa posibilidad.
García Hidalgo y Díaz de Mera comparecieron en la comisión del 11-M y pusieron de manifiesto sus discrepancias en esta materia y en lo que afecta a la investigación del papel de los confidentes, puesto que mientras que el ex director general opinó que hay que profundizar en ella, su sucesor insistió en que tanto la policía como el juez han dejado claro que los informadores no alertaron de los atentados.
En primer lugar compareció Díaz de Mera, quien consideró necesario profundizar en la investigación sobre la posible relación entre ETA y los terroristas islamistas, dado que, aunque no hay «pruebas» que demuestren este extremo, sí existen indicios objetivos.
Afirmó que no hubo «imprevisión» antes de la masacre, que el Gobierno del PP no mintió el día 11 y posteriores y que «fueron otros los que mintieron y contaminaron a los ciudadanos para influir en las elecciones». Aseguró tener la «evidencia» de que dos agentes policiales cometieron «la deslealtad» de «engañar al PSOE» con datos falsos para «hacer méritos».
Aprovechó Díaz de Mera, quien calificó su comparecencia como «política», para definir a José María Aznar como el político que «con más determinación» ha combatido el terrorismo y para defender al ex ministro del Interior Angel Acebes, quien siempre «dijo lo que le dijimos y le dijimos lo que sabíamos en cada momento».